domingo, 10 de agosto de 2008

¿Lo que soy o lo que tengo?



No te hinches,
ten en cuenta
que al que se hincha
si alguien lo pincha
se revienta.

Nietzsche


Una estudiante le dice a su padre que le compre una moto con urgencia. El padre pregunta qué tiene de malo la vieja Honda 90, que ha estado en la familia por tres generaciones. La adolescente responde: "no tiene nada de malo, pero me da vergüenza ir a estudiar montada en esa carcacha". El padre le dice que, si bien su amor por ella es profundo, sus bolsillos no lo son, por lo que deberá aguantarse por lo menos un año. Desanimada, la hija le devuelve la llave y se retira azotando la puerta. Y qué curioso, aquella adolescente que tiene vergüenza de andar en la moto vieja, no tiene ningún pudor de caminar hasta el paradero y tomar el autobús hasta la universidad, reventando de gente olorosa.

En una reunión de abogados la corbata resulta más pequeña que la lengua. No hay nada más educativo que escuchar a aquellos magníficos individuos departir como si fueran los amos del universo. Esta vez, la conversación gira en torno a los mejores vinos: nombres impronunciables desfilan por sus labios exquisitos, descalificando cada quien la elección del otro. De pronto, el más taciturno de todos (y seguramente el más honesto, si los hay), toma la palabra y dice: "para mí, no hay mejor vino que el Tacama". El auditorio enmudece, y poco faltó para que le llovieran carcajadas. No era para menos. Se trataba de un vino "accesible", y peruano por añadidura.

Un chifa de una calle exclusiva ha sido clausurado en dos oportunidades por infringir las normas sanitarias para establecimientos de ese tipo. En otras palabras, no eran muy higiénicos que digamos. Sin embargo, cada sábado el frontis está lleno de autos de lujo, camionetas y motos. Con su portal amplio, es habitual que los comensales se detengan un rato en el vestíbulo antes de ingresar o salir, dejándose ver por el resto de los plebeyos. ¿Por qué se llena, a pesar de las sanciones que recibe periódicamente? Porque es el único chifa elegante de la ciudad. ¿Dónde más podrían figurar sino, los magnates de la madera? ¿Dónde más se cerrarían tratos por millones de soles? Y al primo que viene de Lima a ver si he progresado... ¿Cómo no llevarlo allí?

Un pequeño empresario sueña con comprarse una Toyota Rav4. Es tan infeliz cada día que pasa sin tenerla, que decide someterse a las condiciones de su Banco: pide un préstamo. El Banco se hace de rogar unos días, dizque analizando su crédito. Finalmente, le concede treinta mil dólares. Ahora deberá trabajar ocho años para devolverle cien mil, pero él esta feliz. Después de todo ¿quien no se deslomaría contento a bordo de una 4 x 4?

La Fontenelle dijo alguna vez que la vanidad es el amor propio al descubierto. No tendría nada de malo si así fuera, después de todo, ¿acaso no es bueno un poco de amor propio? Claro que sí. Pero cuando la vanidad es tan poderosa que altera nuestro sentido de la realidad, pareciera no reflejar otra cosa que nuestra propia mendicidad. Los bienes que adquirimos y las acciones que realizamos para ser mejor vistos por nuestra sociedad no sirven de nada si la felicidad que nos brindan no parte de nosotros, sino de la aprobación externa. Soy feliz porque tengo lo que tú querías y sé que me envidiarás. Soy feliz porque ahora me tratas con respeto.

Distinguir entonces qué cosas nos producen verdadera felicidad y qué cosas nos brindan una felicidad importada, es la clave de todo. Además, al final, ser auténticos resulta más beneficioso que copiar la felicidad de los demás. Un pequeño ejemplo:

Waren Buffet (sí, el tipo de la foto, ahora ya saben porqué lo puse allí) es poseedor de la tercera fortuna más grande del mundo. He aquí unos aspectos interesantes de su vida:

1. Compró su primer acción a los 11 años y se lamenta de haber empezado demasiado tarde.

2. Compró una pequeña granja a los 14 años con sus ahorros provenientes de repartir periódicos.

3. Todavía vive en la misma pequeña casa de 3 cuartos en Omaha que compró luego de casarse hace 50 años. Él dice que tiene todo lo que necesita en esa casa. Su propiedad no tiene ningún muro o reja.

4. Él maneja su propio carro a todos lados y no anda con chofer o guardaespaldas.

5. Nunca viaja en jet privado, a pesar de ser el dueño de la compañía de jets privados más grande del mundo.

6. Su compañía, Berkshire Hathaway, es dueña de 63 compañías. Él le escribe sólo una carta cada año a los CEOs de estas compañías, dándole las metas para el año. Nunca convoca a reuniones o los llama regularmente.
Él le ha dado dos reglas a sus CEOs.

Regla número 1: No perder nada del dinero de sus accionistas.

Regla número 2: No olvidar la regla número 1.
7. Él no socializa con la gente de la alta sociedad. Su pasatiempo cuando llega a casa es prepararse palomitas de maíz y ver televisión.

8. Bill Gates, poseedor de la segunda fortuna más grande del mundo, lo conoció apenas hace 6 años. El dueño de Microsoft pensó que no tenía nada en común con Warren Buffet. Por esto, programó la reunión para que durara únicamente media hora. Pero cuando Gates lo conoció, la reunión duró diez horas y Bill Gates se volvió un devoto de Buffet.

9. Warren Buffet no anda con celular ni tiene una computadora en su escritorio. Su consejo para la gente joven: Aléjese de las tarjetas de crédito e invierta en usted. Recuerde:
A. El dinero no crea al hombre, sino al revés.

B. La vida es tan simple como usted la haga.

C. No haga lo que los otros digan. Escúchelos, pero haga lo que lo hace sentir mejor.

D. No se vaya por las marcas. Póngase aquellas cosas en las que se sienta cómodo.

E. No gaste su dinero en cosas innecesarias. Gaste en aquellas que de verdad necesita.

F. DESPUÉS DE TODO, ES SU VIDA. ¿PARA QUÉ DARLE LA OPORTUNIDAD A OTROS DE MANEJÁRSELA?
El 26 de Junio del 2006 anunció que donaría el 85% de su fortuna a la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta donación representa cerca de US$37.000 millones.

Buffet, de 75 años, dijo que su intención siempre fue distribuir su riqueza entre la sociedad después de su muerte, pero que ha decidido que el presente es el momento de empezar a hacerlo. Explicó que decidió distribuir su riqueza a una fundación existente (y no crear la suya) como resultado del respeto por la labor que realiza la fundación de Gates.

Cuando los periodistas le preguntaron por sus hijos, quienes deberían sentirse fastidiados por la donación, Buffet dijo que a ellos "les dejaría lo suficiente para que sientan que pueden hacer cualquier cosa, pero no tanto como para que no quieran hacer nada".

¿Qué les parece?

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