sábado, 7 de marzo de 2009

UNA DOSIS DE SANO PESIMISMO


Desde hace horas trato de escribir una historia. No puedo. Los desvíos de mi mirada sólo son actos reflejos. Mis pensamientos andan lejos de aquí. Perdidos en las lecturas de hoy, las noticias de corrupción, la hipocresía. Pienso en un presidente que pone en el Poder Judicial a un lacayo de juez para que cuide y seleccione los chuponeos incautados; que se niega a construir un museo de la memoria porque gracias a la falta de memoria pudo colocar su inmenso trasero en el sillón presidencial por segunda vez; en un primer ministro que se ha degradado hasta ser su perro fiel; en una ministra del interior que sanciona a las policías que aparecieron jugueteando inocentemente en un video de cholotube, subido sin consentimiento, mientras avala las invasiones de terreno de su "amigo espiritual", la juerga del presidente del Congreso en Brasil (punteada de zambo incluida) y la conducta de su compañera de bancada que contrata empleados fantasmas, entre otras perlas; pienso en un congresista que no teme hacer el ridículo brindando informaciones falsas para desprestigiar a la CVR montando toda una campaña de desinformación para proteger a su partido (y sobre todo a su líder) de los "malos recuerdos" de su primer gobierno; en un ministro que se niega a renunciar a pesar de que la contraloría demostró que había favorecido a su propia empresa en una licitación, pasando piola hasta que su partido le quite el polvo de los zapatos; también pienso en Kina y sus detractores envidiosos que le reclaman por haber peleado como australiana, cuando ellos serían los primeros en arrancar del país si tuvieran la oportunidad (chauvinismo y doble moral); en Claudia Llosa y Magaly Solier, que mientras no ganaban nada recibían aliento de todas partes, pero en cuanto se alzaron con el Oso de Oro empezaron a tildarlas de pituquita desubicada ignorante de la situación real de los "verdaderos peruanos" (Llosa) y "andrófoba lista para el siquiatra" (Solier); pienso en el editor de un diario de circulación nacional que es capaz de decir que "hay que racionalizar esas virtuales e incesantes fábricas de pobres extremos que son las mujeres andinas, pues nunca vamos a frenar drásticamente la miseria si se sigue botando tanta gente desde los sectores más desfavorecidos" (Maltusianismo elemental y machismo, como si las mujeres parieran por obra y gracia del Espíritu Santo); en fin, pienso en tantas cosas que a veces deseo imaginar que soy Robinson Crusoe en una isla deshabitada y que estas cosas no me afectan.

Pero me afectan. Algún día tendré que insertarme formalmente en el mundo, desempeñarme en un oficio estable y mal remunerado, pedir un favor a la burocracia, pagar una coima inmerecida al policía que me ahorró algún trámite o me "perdonó" una infracción, discutir con una enfermera para que me atienda en un hospital precario lleno de doctores selectivos, soportar una extorsión, escuchar historias de éxito basadas en la viveza criolla y el perromuerto, contadas con admiración por mis amigos y jefes, hacer una fiesta para invitar a todos los que me pueden ayudar, sonreírles, servirles la cerveza, celebrar sus chistes de hembras e infidelidades, asentir sin pensar. Para luego llegar a casa, sacarme el traje de oficina como si fuera una máscara, recostarme y pensar que después de todo, la conducta de un gobernante es el reflejo de la conducta de su pueblo. Para entonces, el mundo habrá terminado de cagarme encima.

Sé que estoy siendo pesimista, pero soy peruano, y disculpen la tristeza (Troba dixit).

La imagen fue tomada de www.tienedientes.blogspot.com (Visita este blog, te hará pensar un momento)

1 comentario:

  1. Para eso estamos nosotros, los jóvenes, para hacer que el futuro sea mejor.

    Saludos mi estimado

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